También llamada bebida vegetal de avellanas. Ya que aunque el término “leches vegetales” está muy extendido, lo correcto es llamarlas “bebidas vegetales”, ya que al no proceder de un animal no entrarían dentro de la definición de “leche”. Pero vamos, que llamarlas como queráis, el caso es que la receta que os traigo hoy es una maravilla de bebida a partir de avellanas.
Cada vez hay más gente que tiene alguna alergia o intolerancia, yo entre ellas. Una de las más comunes es la intolerancia a la lactosa, aunque también hay mucha gente alérgica a la proteína de la leche. Aunque cada vez hay más oferta de bebidas vegetales en el mercado y cada vez van siendo más asequibles, es cierto que aún siguen siendo bastante más caras que la leche “normal”.
Pero, ¿se os había ocurrido probar a hacerla vosotros en casa? Es muy, pero que muy fácil y el resultado es muy bueno. Además la receta que os traigo hoy la podéis adaptar a cualquier tipo de fruto seco y obtendréis una leche vegetal casera con la que sorprenderos…¡¡y sorprender!! Y no necesitáis utensilios ni nada raro, con cositas que todos tenemos por casa.
Si queréis ver más recetas de leches vegetales o de postres sin lácteos, no dudéis en pasaros por mi blog Ni Blanco Ni en Botella y podréis aprender un montón de cosas.
Aprovecho a deciros que enseguida vamos a empezar con los talleres de cocina de este año. El primero será ya en marzo, con un taller especial para el Día del Padre. Estar atentos a la página de El Boulevard para que no se os pasen las fechas. Estaré encantada de veros en persona ^_^
1.- Pelamos las avellanas y las ponemos a remojo toda la noche. Cuanto más tiempo estén, más suave quedará luego la leche.
2.- Quitamos el agua de remojo y las ponemos en el procesador de alimentos o vaso de la batidora que vayamos a usar. Añadimos 3 tazas de agua caliente (no demasiado) y el sirope de agave.
3.- Batimos bien durante 2-3 minutos, hasta que logremos un líquido blanco y no queden trozos de avellana.
4.- Para separar los restos de avellana de la leche, pasamos por un colador muy fino o podemos utilizar también una gasa o trapo de algodón limpio.
5.- Guardamos la leche en una botella en la nevera. Aguanta unos 3 días.
Animaos a probar y me contáis qué tal el resultado. Cualquier duda, no dudéis en preguntar y os contestaré encantada.
¡Nos vemos en los talleres!