Como sabéis, El Boulevard y CBRE Global Investors celebramos la conferencia Contr@dicción, una campaña de responsabilidad social alertando de los síndromes asociados con el uso abusivo de las nuevas tecnologías como la adicción a los videojuegos, la depresión relacionada con las redes sociales, el phubbing o la nomophobia.
Entre los asistentes estuvieron como invitadas COCODOC psicología, un gabinete compuesto por profesionales con una amplia experiencia en el campo de la salud mental y especializadas en enfermedades mentales graves, que día a día ayudan a sus pacientes a sacar lo mejor de sí mismos. Hoy nos cuentan en el blog cómo fue su experiencia durante la conferencia, y hacen una reflexión sobre el tema tratado, es decir, el mal uso de las nuevas tecnologías, ¡no os lo perdáis!
Podríamos decir que estamos en la era moderna, en el zenit de la tecnología y es que, nunca ha habido tantas herramientas, de tan fácil acceso para todos los públicos. Pero no podemos decir que el efecto sea nuevo. Desde hace décadas, hay nuevas tecnologías, y eso no ha significado aún el fin de los tiempos, así que, recordemos: esos primeros FORD T, la máquina de vapor en los trenes, EL TELEGRAMA (no telegram), EL TELÉFONO FIJO, LA TELE EN BLANCO Y NEGRO, en TECHNICOLOR, LA RADIO… ¿Os acordáis? Pequeñas o grandes revoluciones, según desde el siglo que las mires.
El libro “lo mejor de ir es volver” de ALBERT ESPINOSA, se desarrolla en un futuro no muy lejano en el que los humanos y los robots conviven y estos últimos hacen las funciones menos agradables. No acaban con los humanos, ni tampoco tienen relaciones con ellos. Simplemente completan lo que los humanos son. Bajo sus condiciones. Nos gusta este enfoque. En COCODOC somos optimistas con el futuro tecnológico.
Pero bien es cierto, que en este aprendizaje, es importante no dejarnos llevar por a inercia. MARC MASIP nos sugiere pararnos a pensar, incluso dar un paso atrás en el plano tecnológico, para así poder a avanzar a nivel humano.
Pero la realidad es que se ve a la legua el uso excesivo y tan habitual de los móviles, tablets, televisión, ordenador, etc… Son infinitas las noticias que nos advierten de ello, del peligro para la seguridad vial, para las cabezas de las personas… avisados estamos.
Y considerando esta realidad tan real, podemos hablar del obvio enganche que produce la inmediatez con la que podemos enviar y recibir información. Inmediatez y cantidad de información para la que no estamos formados, que nadie nos ha enseñado cómo gestionar (como diría Eduard Punset, que en paz descanse). Es una realidad también, que nos hace falta tiempo para poder hacernos con las tecnologías e internet, de la forma más sana posible. Y en ello estamos.
Prohibir usar determinados dispositivos pueden hacernos más raros y excluidos del circuito de información y relaciones habituales. ¿Es eso lo que quiero realmente para mis hijxs? Es una opción. Pero ante tal circunstancia nos parece más útil la información sobre usos responsables de internet y sus dispositivos.
No es lo único que debe preocuparnos, sino también lo que se denominan TRASTORNOS DE CONDUCTA, que pueden derivar de un uso abusivo y sin criterio de las nuevas tecnologías. Según la Organización Mundial de la Salud, estos trastornos los sufrirían un 25% de la población.
Porque las tecnologías actuales no son ni buenas ni malas, sino que depende del uso que les demos:Estar informados y utilizar las redes para poder enseñar sobre ellas.
Saber diferenciar las fuentes de información a las que acceder.
Orientar a los niños sobre dónde buscar. Vigilar y enseñar.
Límites y normas de uso. Establecer horarios para utilizar los dispositivos en las casas, centros escolares y laborales ayudan a mantener a raya y no despistarnos de la labor que realicemos. Además, potencia las relaciones “cara a cara” y entrena el no tener en la mano constantemente el móvil o Tablet.
Enseñar a los y las menores a diferenciar contenidos que se deben mostrar o no en las redes sociales.
Dar ejemplo de uso responsable. Ese es el papel de los y las mayores.
Proteger los dispositivos que no se quieren utilizar con contraseñas y bloqueos de pantalla. Utilizar antivirus y mantener actualizados los programas y aplicaciones para su correcta utilización.
Educar en valores como el respeto y la consideración a los demás de la misma manera que lo hacemos en la “vida real”.
Explicar las consecuencias de un mal uso de estas nuevas tecnologías: problemas físicos, mentales, de relación… que puedan entenderlo ayuda a ser precavidos.
Y sobre todo, entrenar a nuestros pequeñxs en otro tipo de habilidades y herramientas de la vida cotidiana. El tiempo que pasen practicando otro tipo de herramientas, limitará el tiempo para las redes. Como nos enseñaron a nosotros con el deporte, los campamentos, etc…. Pero un niño solo, aburrido, sin ejemplos… solo sabe entretenerse con el móvil que es lo que más a mano tenemos todos hoy en día.
Algunas enfermedades mentales pueden tener que ver con el uso de la tecnología, sin que necesariamente sean la causa de estas dolencias. Sin embargo, hay señales en los comportamientos de las personas que deberíamos vigilar y no pasar por alto si perduran en el tiempo.
Una vía adecuada, ante la duda de si ocurre algo insano o hay algún problema mental sería consultar al médico de cabecera o especialista.